domingo, 18 de mayo de 2014

Nueva versión de un clásico que no naufraga

Foto: Máximo Parpagnoli

La prehistoria de este clásico se remonta a doscientos años atrás, a un extenso poema de Lord Byron de 1814 que relata las aventuras del corsario Conrad y su rescate de la esclava Medora.

A lo largo del siglo XIX se crearon varias coreografías para esta historia. Hasta que llegó en 1899 a manos de Marius Petipa y Jules Perrot y su versión es en la que se basó la coreógrafa canadiense Anna Marie Holmes, para crear en 1997 este Corsario que llega a nuestros días.

"Esta obra es más ligera que otros ballets clásicos, no llega a tragedia ni siquiera en la versión rusa, que es la más dramática. Tiene mucha acción" señala el primer bailarín Federico Fernández, que encarnará a Conrad.

Holmes montó por primera vez su versión para el American Ballet de Nueva York y fue ella misma quien trabajó sobre la puesta local del año 2011. En esta oportunidad, la reposición coreográfica estuvo a cargo de la directora del ballet estable, Lidia Segni.

Estaba previsto que el estreno lo hiciera Juan Pablo Ledo, pero sufrió una lesión y Fernández asumió el rol protagónico para todo el ciclo. "Es un rol con un gran desafío técnico, en el que también puedo poner mucho más de mí, porque estoy haciendo más funciones. Ese sería el ideal: tener muchas funciones de cada obra, para que todos los repartos puedan hacer seis", sueña Fernández.

Después del estreno de hoy y la función del martes junto a Karina Olmedo, Federico Fernández estará acompañado por otras primeras bailarinas: Nadia Muzyca el miércoles y el viernes y Carla Vincelli el martes y el jueves. "Cada una es diferente. Sus Medoras son distintas -señala-. De las tres, con la que menos había bailado es con Karina, pero enseguida encontramos un código. Bailar con ella es un placer y es un honor."

El código que encontraron en común tiene que ver con el interés por el relato. "Este ballet tiene muchas piruetas, muchos saltos. Pero también tiene una historia que contar", sostiene Fernández y Karina Olmedo agrega: "A mí me gusta usar la técnica como apoyo para contar la historia. Medora no deja de ser una princesa, nunca pierde la elegancia, ni aún siendo una esclava."

Además de su rol en el Ballet Estable, Karina Olmedo es docente en el Instituto Superior de Arte. Allí le interesa formar a sus alumnas como intérpretes y no como acróbatas obsesionadas por llegar a los 32 fouettes. "Las variaciones de mi personaje son muy precisas. Holmes incluye una variación en el tercer acto que tiene mucha exigencia a nivel técnico. Pero eso no implica que me olvide del personaje a nivel dramático", advierte Olmedo

El Corsario es una obra que contiene todos los climas, incluida una tormenta. Hay acción, hay amor, hay peleas y traiciones. Y muchos compositores detrás. El eclecticismo musical de esta versión es un detalle que no pasa inadvertido, ya que se trata de una suma de fragmentos provenientes de cuatro compositores: los franceses Adolphe Adam y Leo Delibes y los italianos Cesare Pugni y Riccardo Drigo. Todos ellos interpretados por la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, bajo la dirección de José Luis Domínguez.

Esta misma versión se presentó en la temporada 2011 con el diseño de escenografía de Christian Prego y el vestuario creado por Aníbal Lápiz, elaborados íntegramente por los equipos técnicos del Teatro. Esa producción estuvo girando durante 2013 por escenarios de Washington, Nueva York y Los Ángeles. "No es casualidad que el American Ballet la haya llevado: la escenografía y el vestuario son excelentes -subraya Fernández-. Es una producción realmente apta para todo público.

EL CORSARIO
Con coreografía de Anne Marie Holmes.
Ballet Estable del Teatro Colón
Hasta el 24 de mayo.Localidades desde: $50.

Nota publicada en el Diario La Nación, el 18-05-14 http://www.lanacion.com.ar/1692315-nueva-version-de-un-clasico-que-no-naufraga

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