viernes, 31 de mayo de 2013

Instrucciones para disfrutar de Fuerza Bruta


Tras el re-estreno de Wayra en el Centro Cultural Recoleta, damos algunos detalles para tener en cuenta y disfrutar la función a pleno (Columna en radio de la ciudad, del 31-05-13)

domingo, 26 de mayo de 2013

La primavera es inexorable

Foto de Santiago Barreiro

Antes de su estreno con el Ballet del Sodre, el coreógrafo argentino Oscar Araiz habla de su nueva puesta para esta obra de Stravinsky. Y también anticipa la presentación del ballet de la Universidad de San Martín, en el festival de Danza del C.C. Rojas

martes, 21 de mayo de 2013

Todos los otros


Foto: Carolina Naranjo

SOLOS AL BAILE / Dirección : Gabriela Prado / Intérpretes : Carla Di Grazia, Carla Rímola, Amaray Collet, Alejo Wilkinson Hassler y Esteban Esquivel / Música original: Carlos Vandera / Video : Julia Fisicaro / Escenografía : Alicia Leloutre / Iluminación : Matías Sendón / Sala : El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960 / Funciones : viernes, a las 22:30.
Nuestra opinión: bueno.

La bailarina y coreógrafa Gabriela Prado presenta esta idea como "una invitación al encuentro entre los cuerpos a través del baile". Se trata de un baile escénico que remite a esos otros bailes, los de los "lentos". Los del abrazo en medio de una pista.

Quien haya concurrido a las funciones de Ciudanza 2013 en el parque Las Heras vio en Al baile casi la misma propuesta de Gabriela Prado. En aquella oportunidad, estos cinco personajes estaban rodeados de otros diez bailarines que les daban espesura a las situaciones de conflicto. La masa los devoraba. Aquí la soledad es más evidente. El cambio del nombre de la obra tiene sentido. Son impares: siempre alguien se queda solo.

Si bien el ritmo es vertiginoso y los cincuenta minutos de duración se pasan rápido, hay momentos en que se puede sentir un dé jà-vu. Tal vez porque algunas búsquedas se quedan inconclusas. No se atraviesan hasta el final las seducciones. Ni se termina de matar con la violencia. Y porque todo vuelve a empezar.

En el programa no se señala la autoría del diseño de vestuario y, sin embargo, la ropa tiene un rol fundamental en esta puesta. Todas las prendas se vuelven puentes entre los personajes. Telas que achican o agrandan las distancias entre los cuerpos.

Y hablando de distancias, cabe señalar que cuando las acciones suceden en la zona del proscenio y en el nivel del piso, pueden perderse -si uno se encuentra entre las últimas butacas de la sala-. Por ello es conveniente acomodarse en las primeras filas, para no desaprovechar algunos pasajes de la obra.

Desde un lugar más acrobático, muchos instantes suceden en la altura. No sólo por lo que vuelan o son sostenidos esos cuerpos. Además esta puesta contiene fragmentos de animación en dos dimensiones, que a veces completan la idea de lo bailado y a veces van en un sentido más impreciso. Como parte del espectáculo, también se expone, en la fotogalería del teatro, una muestra de pinturas de la artista Alicia Leloutre, responsable de los elementos escenográficos sobre los que se proyectan los videos.

Gabriela Prado viene desarrollando ya desde otras propuestas anteriores un camino hacia lo que podría explicarse como una "danza queer ". No hay una determinación biológica de género en la definición de los roles de los intérpretes. Las parejas de baile, que en esta obra tienen una alta rotación, pueden estar compuestas tanto por dos varones, dos mujeres o una mujer y un varón. Y eso no define las distancias corporales, los niveles de ternura o de violencia, ni los roles de sostén para alguna figura de altura. Prado habla de la "relación con otros similares". Todos pueden ser un otro, no importa de quién se trate.


Nota publicada en La Nación el 19-05-13
http://www.lanacion.com.ar/1583311-todos-los-otros-posibles

sábado, 18 de mayo de 2013

Cuerpos llenos de preguntas

Foto: Ignacio Colo

El Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín -que dirige Mauricio Wainrot- tiene un desafío que se renueva todos los años: dejarse atravesar por las miradas de tres coreógrafos del circuito off, a los que se invita en forma simultánea.

Hoy, a las 20.30, la compañía estrenará, en la Sala Martín Coronado, un nuevo programa integrado por Los trompos de Juan Onofri Barbato, Ínfima constante de Anabella Tuliano, y Después del sol de Analía González.

Los tres coreógrafos comparten el agradecimiento y la admiración por el elenco que se adaptó a cada uno de los estilos de montaje y que, con sólo veinticinco ensayos con cada director, puso el cuerpo en cada una de las propuestas.

"Se empieza desde un abismo -dice Analía González-, es un encuentro con gente que no sabés cómo se mueve, ni qué la mueve. Pero fue un proceso muy ameno y gratificante."

Mauricio Wainrot cumplió el rol de curador. Convocó a los tres coreógrafos llevado por el interés en sus obras montadas anteriormente. Y una vez que el trabajo con el Ballet encontró sus lenguajes, decidió el orden en que serán presentadas en el programa. Cada una de las coreografías rondan los 30 minutos de duración y presentan una diversidad de climas entre sí.

Haciendo mucho eje en el cuerpo como materia, Los trompos intenta ser una pregunta bailada. "Desde que me convocaron surgieron muchos ¿por qué? y ¿para qué? Y hacia el final de la producción empezó a aparecer cierta angustia acerca de lo que implica ser bailarín, de lo que implica ser coreógrafo. Es un proceso que tiene que ver con el oficio. De alguna manera el trabajo circula por ahí. Por ese vacío que nunca se llena. Por eso tiene una estética de mucha austeridad. Y no tiene que ver con un gesto provocador -advierte Juan Onofri Barbato-; es un trabajo despojado. Y ojalá que ese despojo se llene con la interpretación del espectador."

"Ínfima constante empezó con la idea de un momento detenido en el tiempo -explica Anabella Tuliano-. Un segundo en lo cotidiano donde se empieza a valorar el momento presente. La idea era pasar por diferentes sensaciones: desde la plenitud hasta el rearmarse después de un abatimiento. El tema es la búsqueda constante de sentido. Es un poco melancólico, pero tiene contrastes internos."

Después del sol de Analía González relata pequeñas historias que transcurren en el atardecer, incluyendo un video que complementa lo bailado en simultáneo.

"Me puse a investigar qué significaba el atardecer en diferentes culturas y religiones a través del tiempo. En base a lo que fui encontrando, armé mi propio concepto acerca de lo que le sucede a las personas en ese momento del día. Es un instante de gran introspección, por eso trabajé mucho sobre la parte emocional de los intérpretes."

Aunque todas las propuestas coinciden en llenarse de preguntas, más que de respuestas, en ninguno de los casos se trata de trabajos minimalistas. Cada uno a su manera explotó todos los recursos disponibles. Y el principal recurso que disfrutaron fue el espacio.

La Sala Martín Coronado es la más grande de todo el teatro. Onofri Barbato usó los dieciséis metros de ancho y toda la profundidad posible hasta la última pared del fondo. "Trabajar en la Martín Coronado tiene mucho peso para cualquiera que se dedique a la danza o al teatro -subraya Analía González-. Esta sala tiene una magia que no sentí en ningún otro escenario".


Nota publicada en el diario La Nación el 18-05-13
http://www.lanacion.com.ar/1582990-tres-coreografos-con-el-cuerpo-lleno-de-preguntas

El comentario en la radio, el 24-05-13




Una aproximación en tres videos:






Un debate pendiente



La información disponible sobre los espectáculos de danza nunca explicita el nivel de crudeza de las coreografías ¿Informarlo sería un acto de censura? ¿O es simplemente dar elementos a los espectadores para poder elegir? ¿Qué sucede con los derechos de los niños, niñas y adolescentes en ese sentido?

viernes, 10 de mayo de 2013

Ojalá



La coreógrafa Eugenia Schvartzman habla con Pablo Gorlero y Laura Chertkoff, sobre su reciente incorporación al Directorio del Teatro Colón de Buenos Aires y sobre el proyecto para una Ley Nacional de Danza