jueves, 21 de marzo de 2013

Danzas mestizas


El arte es un derecho humano. Con esa certeza como brújula, La Fundación Crear Vale la Pena trabaja desde 1997 en la formación artística de los adolescentes de las villas de La Cava, San Cayetano y Sauce del barrio de Beccar. El Centro Cultural Puertas al Arte es el ámbito de producción de la Fundación, pero nadie parece estar allí de visita. Los vecinos lo viven como propio.

Es sábado a la noche y todo el barrio está ahí. Los que no van a bailar sobre el escenario saben que van a ver un espectáculo de calidad. Y están en todo su derecho.

Las paredes están llenas de murales que transmiten poesía y valores comunitarios. Hay una muestra fotográfica de una alumna de los talleres. También hay un show de rap y reggae de la mano de CeHacheRespira. Todos escuchan las letras cargadas de contenido con mucha atención. Y no disimulan su alegría cuando las bases musicales suenan más cercanas a la cumbia.

Después llega el momento de Big Mama Laboratorio. Se trata del nuevo proyecto de Laura Zapata, cantante, bailarina y coreógrafa criada en los talleres de Crear Vale la Pena.

Zapata es una artista profesional del ambiente del hip-hop y orgullosa vecina del barrio. También hace varios años que es docente de freestyle en el Centro Cultural Ricardo Rojas y baila profesionalmente en el Combinado Argentino de Danza que coordina Andrea Servera.

Las coreografías de Zapata son ejecutadas con alegría por quince bailarines que provienen de los mismos talleres de Puertas al Arte, a los que se suman algunos compañeros de Zapata en el Combinado Argentino de Danza.

"Alineamos este proyecto con Crear Vale la Pena para que chicos de las villas de los alrededores se sumen. Yo siento que tengo que devolver algo de lo que me dieron, por eso estoy haciendo lo que hago", explica Zapata.

El origen de Big Mama Laboratorio es un proyecto musical solista que cuenta con la producción del compositor Diego Monk, a cargo de la base musical de todo el espectáculo.

Se trata de una mezcla de danza folklórica argentina con hip-hop, en un poderoso ritual dionisíaco. El cruce de géneros es incesante: se escuchan rap, cumbia y chacarera. Se baila popping, dance hall y carnavalito.

No estamos en una muestra de fin año con más buena voluntad que talento. El cuerpo de baile es macizo, pero libre. En cada uno de los temas musicales se suceden algunos momentos de danza sincronizada y otros que permiten el lucimiento individual.

"La idea es llevar este espectáculo a todos los espacios: plazas, escuelas, teatros o calles. Donde haya que llevar diversión y diversidad", expresa Zapata.

No estamos en una vereda del Bronx. Son pasos de Freestyle , pero lo que suena es una saya boliviana. El futuro del hip-hop está en el folklore, el cruce se gesta sobre escalas pentatónicas menores. Y la mezcla suena novedosa y sorprendente. "Se trata de una armonía muy propia del hip-hop, por sus raíces negras en el blues. Y a la vez es habitual en la música precolombina. Por eso suena natural", aclara Monk.

Laura Zapata saca la estrella pop que lleva adentro y canta mientras baila desde todas las alturas -incluso de espaldas al piso-. Pero no estamos en un show de Madonna. Las letras hablan de esperanza, de la fuerza que da juntarse con los otros. Y la música suena realmente poderosa..


Nota publicada en La Nación el 21-3-13
http://www.lanacion.com.ar/1565264-big-mama-laboratorio-una-experiencia-de-cruce

viernes, 15 de marzo de 2013

Nuestros bailarines en nuestros parques


Roxana Grinstein habla de su participación en la edición 2013 de Ciudanza. Radio de la Ciudad, viernes 15-3-13

un video encontrado en youtube sobre el montaje y el ceibo del que tanto hablamos



Aquí compartimos "El Otro" la creación de Lucas Coria y Silvana Rossi