lunes, 19 de enero de 2015

American Way of Dance


El 11 de enero pasado el American Ballet Theatre cumplió sus primeros 75 años. La compañía fue originariamente fundada por el bailarín Mikhail Mordkin para sus alumnos neoyorquinos, pero en 1940 tomó su forma "pública": una de sus estudiantes, Lucia Chase, asumió la reestructuración del Mordkin Ballet en 1939, buscando respaldo financiero junto a Richard Pleasant . El plan era convertir a la compañía en "una galería de baile en lugar de la visión de un solo coreógrafo".
La función que se considera inaugural, presentó un programa mixto que incluía entre otras obras Las Syphides, de Michel Fokine


Desde entonces esa obra abstracta y melancólica es uno de los clásicos de la casa. Acá podemos disfrutar de la versión grabada para tv, en 1984. El rol de El poeta estaba interpretado por el entonces director de la compañía: Mikhail Baryshnikov




Aunque el nombre de "American Ballet Theatre" no llegó  hasta 1957, en la  primer década de vida ya empezó a notarse la intención de ser un "ballet de bandera".  Sin tratarse de un ballet estatal, la compañía siempre se caracterizó por un repertorio nacional.
Entre 1942 y 1948, Lucia Chase continuó la ampliación sumando títulos que buscaban el estilo (norte)americano de ballet: la misma búsqueda que por esos días estaban haciendo George Balanchine y Jerome Robbins.
Cuando entre 1980 y 1990 estuvo bajo la dirección de Baryshnikov, los títulos que se sumaron provenían de Merce Cunningham, Twyla Tharp. Más contemporáneos, pero con la misma búsqueda de identidad.
Esta intención de bailar "lo americano" nunca implicó que la compañía cerrara sus fronteras. El elenco proviene de los cuatro puntos cardinales. Por eso el staff del ABT incluye tanto un kinesiológo como un asesor en cuestiones migratorias.
El director actual, Kevin McKenzie busca desde 1992 satisfacer la demanda de los públicos de ballet más tradicionales, así que en las funciones de la compañía nunca faltan Giselle y Don Quijote.
Esta es una etapa en que "lo ruso" es más evidente. No sólo por la insistencia en los clásicos.
En el contexto de la guerra fría, eso podría haber sido una derrota - pero jamás podría decirse que el imperialista Marius Petipa era un agente soviético -. 
El pilar fundamental de este "arrusamiento" es el coreógrafo residente del ABT, Alexei Ratmansky. Y su formación en el Bolshoi es innegable. El reciente ganador del Benois de la Dance, revisita los clásicos del S XIX y también crea algunos propios en el S XXI.



Volviendo al cumpleaños de la compañía, el año del ABT estará lleno de funciones de gala, recuperaciones arqueológicas, estrenos y despedidas.
Tres de sus bailarinas principales se despedirán en el 2015: la cubana Xiomara Reyes, la estadounidense Julie Kent y la argentina Paloma Herrera.
Desde hace varios meses la prensa especializada de todo el mundo tiene puestos los ojos en ese recambio, preguntándose si las nuevas estrellas de la danza llegarán con un estilo menos virtuosista.
Aunque se trate de un cambio "domestico" es probable que el destino del ABT afecte al mundo de la danza en general.
Es una compañía que siempre se caracterizó por la construcción de "estrellas".
Eso también forma parte del "sueño americano".



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