Un Mesías sin barreras

Foto: Santiago Barreiro

Mauricio Wainrot creó en 1996, una obra coreográfica para el Oratorio de Haendel que ya ha sido bailada en Bélgica, Holanda, Alemania, Polonia, Turquía y China y Argentina.

Durante el mes de junio de 2014 el Ballet Nacional del SODRE realizó 12 funciones con gran respuesta del público.

Un público al que le llegaron por todos lados, incluso desde la televisión.

Wainrot se quedó muy conforme con su experiencia con el BNS. "Fue excelente en todo sentido.Fue la mejor producción escenográfica que he tenido de El Mesías, de todas las versiones hechas. Se trabajó fuerte, como suelo hacerlo siempre y la gente respondió muy bien a nuestras necesidades artísticas. Además la obra fue muy exitosa, la gente salía muy contenta." - comentó Mauricio Wainrot a su regreso a Buenos Aires.
La compañía suele hacer mucho repertorio clásico, pero eso no fue un impedimento para disfrutar de la coreografía "pueden hacer un repertorio contemporáneo con idéntica idoneidad. Y además les gusta mucho hacerlo"
Que el Río de la Plata no es un límite, ya lo sabemos hace rato. Pero este Mesías fue mucho más allá.

La gacetilla contaba que el ensayo general de esta producción se realizó con público, y que ese público había estado compuesto por alumnos de liceos públicos y privados, de la Universidad del Trabajo, de escuelas de danza, de la Escuela Universitaria de Música, del Hogar estudiantil de Río Negro, del Centro de Diseño Industrial, adolescentes de un hogar el Instituto del Niño y el Adolescente, presas de la cárcel de mujeres e integrantes de la guardia carcelaria.

Estos dos últimos grupos me llamaron poderosamente la atención y quise saber más.

La visita de estas mujeres privadas de la libertad se dio en el marco de un programa de gobierno. "Uruguay Crece Contigo" depende de Presidencia de la República y plantea un sistema de protección integral a la Primera Infancia, garantizando los cuidados adecuados de las embarazadas y el desarrollo integral de los niños y niñas menores de cuatro años. Según explica la Lic. en Trabajo Social  Lourdes Fabra, Supervisora en Montevideo del Programa Uruguay Crece Contigo "Las familias reciben un apoyo para fortalecer sus capacidades, desarrollar buenas prácticas de crianza, mejorar las condiciones de salud, el desarrollo infantil y el acceso a prestaciones y servicios sociales". 

Que algunas de esas familias estén en centros de reclusión, no las deja afuera del programa. Y por suerte tampoco las dejó fuera del arte.

"La experiencia fue valorada muy positivamente tanto por las mujeres que concurrieron como por la Dirección de los respectivos Centros y el equipo de Uruguay Crece Contigo- detalla Lourdes Fabra -   Las mujeres que pudieron participar del espectáculo se mostraron muy entusiasmadas, logrando vivenciar el mismo como un espacio de disfrute, de cambio de sus rutinas, de posibilidad de salida de la Unidad de reclusión en la que se encuentran, de poder conocer y participar de un espacio y una actividad que en otras circunstancias sería prácticamente imposible."

Cuando fueron consultadas las mujeres relataron el impacto de poder entrar a un edificio que sólo conocían desde afuera, de tener una experiencia positiva para contar a sus familias. Y de admirar a esos bailarines que “parecían de papel y que volaban”.
Hay algo de salvación en esa música. Algo de liberación en ese Aleluya.
Nunca más evidente que en esta experiencia.